lunes, 28 de enero de 2008

Buenas Noches: Familia Salesiana y Amar con el corazón de DB

Después de haber compartido la cena, el rector Mayor se dirige a todas las FMA y SDB presentes, con el tradicional mensaje de las "buenas noches".

Don Pascual nos invita a profundizar el material de las jornadas de espiritualidad salesiana, el cual llegará a las comunidades en formato DVD, auqnque es posible descargarlo partes de éstas de la página web de los salesianos: http://www.sdb.org/

El rector recuerda que el tema de éstas jornadas es la profundización del del aguinaldo, éste se está convirtiendo cada vez más en el elemento de convergencia de toda la Familia Salesiana y que en primer lugar se debe profundizar cada vez más la idea original de don Bosco sobre la Familia Salesiana, fundamentalmente el poner en pie un movimiento inmenso de personas que compartieran con él su pasión por la salvación de los jóvenes.

Él expresa con alegría lo que está presenciando hoy día: Lo que nació de esa semilla pequeña, los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora y los Cooperadores se ha convertido hoy en un árbol, porque son oficialmente 24 los grupos que pertenecen a nuestra familia. Existen grupos con una carga misionera tan grande que les ha aportado una gran cantidad de vocaciones.

Sin embargo señala el peligro que cada día, los grupos se vuelvan cada vez más autónomos, tan autónomos que ponen en peligro la idea original de Don Bosco.

Por esta razón, las jornadas de espiritualidad -que se empiezan a organizar desde mayo- quieren ayudarnos a pasar de la "concordia", del querernos bien a "tener una mayor unidad de mente" y sobre todo una "mayor unidad operativa".

El rector amplia que si no logramos tener -en un mismo territorio- una mayor unidad de corazones, seremos muy poco eficaces en todos nuestros proyectos, porque cada grupo irá por su propio carril. No se trata que todos vayamos por el mismo camino, sino que trabajemos con unidad de intención y de proyectos.

Recapitula diciendo, que la idea original de Don Bosco no era la de formar un gran número de grupos, sino el de poner en pie un movimiento espiritual apostólico.

Don Chaves propone difundir esta idea fuerza con el método de la "cascada", partiendo de los niveles organizativos y de animación, para hacer llevar este mensaje a las Inspectorías y luego a las comunidades.

La segunda idea que comenta el Rector, es la celebración misma del centenario de la presencia de los salesianos en Centroamérica. Celebrar el centenario -dice- no es mirar 100 años atrás y recordar los años gloriosos escritos con letras de oro. Es sobre todo una nueva oportunidad para enfrentar los desafíos que tenemos hoy.

Se pregunta si las actuales necesidades de los jóvenes están teniendo o no respuesta con las estructuras que tenemos hoy. Nosotros como Don Bosco tenemos el mismo peligro, encontrar que ni el Estado ni la Iglesia dan respuesta a las necesidades de los jóvenes. En el tiempo de DB daban respuesta a realidades que ya no existían. Muestra preocupación por aquellos que consideran nuestras obras como un servicio más que se ofrece, que lo tome o lo deje quien quiera, sin saber siquiera si esas son las necesidades mayores de los jóvenes.

No convirtamos el centenario sólo en fiestas, globos, fotos y fuegos artificiales, cosas muy bonitas, pero que no escriben historia, no cambian la historia.
Celebrar un centenario es tener una mirada de agradecimiento al pasado, una capacidad de contemplar con audacia el presente y soñar con fantasía el futuro.

Finalmente nos exorta a vivir la fiesta de Don Bosco de modo de entender a Don Bosco por lo que es, es nuestro "padre", es nuestro "modelo", es nuestro principal "patrono" y descubrir la paternidad de Don Bosco es un elemento esencial para la Familia Salesiana.

Nos dice cómo el amor a Don Bosco nos hace ser más responsables, no a mantener obras, sino a transmitir un carisma. No estamos llamados a gestionar obras, sino a comunicar un carisma. Las obras las pueden llevar los laicos. Las obras, hoy están, mañana no están. Hoy se abren las obras que se creen puedan funcionar, mañana se cierran y se van. Las estructuras no tienen valor absoluto. Lo importante es el carisma y somos hijos de un carisma riquísimo que quisiera tener hijos e hijas que se sientan así, portadores de esta fuerza y con deseos de comunicarlas a otros.

Por esta razón, en la fiesta de Don Bosco, pedirá al Señor por su intercesión que nos ayude a mantener vivo su carisma y actualizarlo, como lo proponen los dos temas de los capítulos generales.

Se despide agradeciendo a todos.

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